En qué consistió la crisis de 1929

Las personas entraron en pánico y comenzaron a retirar su dinero de cuentas bancarias, produciendo el colapso de las entidades financieras por deudas incobrables, paralizando el otorgamiento de nuevos créditos, dejando de financiar deudas existentes y generando la  quiebra de más de 500 bancos.

Lo que se conoce como el crack de la bolsa dio paso a una época de acentuada contracción económica a nivel mundial y que se extendió a la década de los años 30, afectando gravemente no solo lo económico sino también lo social y político, desencadenando lo que históricamente se distingue como la gran depresión.

Como principales consecuencias de esta crisis se vio afectado el consumo, aumentaron los stocks o inventarios, se paralizaron las inversiones y muchas empresas se vieron en la necesidad de cerrar por lo que el desempleo llego a todos los estratos sociales. Gracias a la caída de los precios de productos agrícolas, los agricultores vendieron las tierras  y emigraron.

Esta debacle no se limitó al territorio americano sino que supuso un gran obstáculo o contratiempo para la producción mundial y generó importantes tensiones en el mercado laboral que dieron paso a los ultra nacionalismos y autoritarismos fascistas.

Probablemente una de las secuelas más notables de la crisis del 29 fue el aumento de los paros a nivel mundial. Las personas que fueron capaces de conservar sus empleos lo hicieron gracias a importantes recortes salariales y aquellos tiempos de bonanza y opulencia se transformaron en pobreza que se extendió a campos y ciudades por igual. Aparecieron en Estados Unidos las villas marginales o lo que es lo mismo los “hoovervilles”.