Zumo para evitar los calambres

Los calambres musculares se producen por una contracción involuntaria de los músculos, lo cual produce un dolor intenso. Aunque le pueden dar a cualquiera, son más frecuentes entre personas deportistas y mujeres embarazadas.

Su causa más común es la ausencia de sodio, potasio, calcio o magnesio en el cuerpo debido a una mala alimentación o a falta de agua. También pueden surgir debido a una mala circulación, por permanecer en la misma posición durante mucho tiempo, por ejercicio físico excesivo o por exposición al frío.

Las frutas y las verduras son excelentes fuentes de minerales, mismos que reducen la posibilidad de sufrir calambres. El apio, la zanahoria y las hojas de remolacha restauran el sodio perdido después de sudar al realizar ejercicio; el berro proporciona calcio al organismo y las fritas cítricas y el tomate contienen vitamina C, la cual favorece la buena circulación.

A continuación compartimos algunas recetas de jugos frescos que ayudan a prevenir y aliviar estos dolores. Estos jugos, además de hidratar (recordemos que una de las principales causas de los calambres es la deshidratación) contienen los vegetales mencionados arriba.

Para el primer jugo, vamos a necesitar 3 tallos de apio, 1 cucharadita de alga espirulina en polvo, 1 manzana y 1 remolacha. Lavamos y pelamos la manzana y la remolacha, lavamos el apio y licuamos todos los ingredientes. Disolvemos la espirulina con un poco del jugo antes de mezclarla con el resto. Bebemos un vaso de esta mezcla a diario, dos si practicamos mucho ejercicio.

Para el segundo jugo, necesitaremos 3 tallos de apio y 1 pomelo. Lavamos el apio y licuamos con un poco de agua; después lo colamos. Exprimimos el pomelo y mezclamos los jugos. Tomamos un vaso diario.

Para la tercera receta, usaremos 1 tomate, 1 pepino, 2 palitos de apio y una ramita de perejil para decorar. Lavamos, pelamos y extraemos el jugo de tomate. Ponemos en una cubeta para hacer hielos y colocamos en el congelador. Por otro lado, lavamos, pelamos y extraemos el jugo del pepino y el apio. Colamos y añadimos los cubos de hielo de tomate y decoramos con el perejil. Tomamos un vaso diario por las mañanas.